Mandala
¿Qué es un mandala y cuál es su origen?
Mandala significa círculo o centro en sánscrito. Se trata de un símbolo que representa el viaje espiritual de cada persona, con los ciclos de la vida y de la muerte, así como la interconexión entre todos los seres.
En Occidente nos hemos acostumbrado a los diseños circulares que encierran colores y patrones que se repiten. Sin embargo, no es necesario que el mandala tenga esa forma, sino que puede desplegarse en cuadrados o rectángulos. Eso sí, siguen manteniendo esos juegos geométricos, contrastes orgánicos y elementos naturales tan característicos.
El origen de los mandalas está en las tradiciones hinduista y budista, que comparten su visión como símbolo del ciclo vital y espiritual del individuo, aunque cada religión hace hincapié en distintos aspectos:
El hinduismo se centra en la realización de la persona como uno con la divinidad. En su caso, los mandalas o los yantras (similares pero generalmente con menos colores) incorporan mantras para llamar al dios y plasman la realidad dual de nuestro mundo (persona-deidad).
El budismo pone el foco en el potencial para la iluminación. Dependiendo de la tradición, puede incluir los obstáculos que hay que superar para alcanzarla, representar a los llamados 5 Budas o la sabiduría, entre otros motivos.
Entre los beneficios que puede aportar pintar mandalas están:
🙏Relajación del cuerpo y la mente, alejando la sensación de estrés o ansiedad.
🙏Ayuda a concentrarse y a potenciar la creatividad.
🙏Genera una gran conexión con uno mismo y con el resto de personas.
🙏Potencia el autoestima y la aceptación del yo.
🙏Mejora la capacidad de conciliar el sueño.
🙏Proporciona sensación de paz interior y bienestar.