El aragonito o la aragonita se considera una piedra sanadora y estabilizante. Favorece la conexión con la madre tierra y simboliza la conservación y la vitalidad. Ayuda a centrar y asentar la energía para un funcionamiento más tranquilo, pragmático y equilibrado. Representa la tolerancia con uno mismo y con el entorno, aportando un estado de tranquilidad interior. Te la recomiendo para centrarte cuando necesitas enfoques o para momentos de mucho estrés.